Juguemos al Escondite creppypasta


Era una de esas tardes donde ya no tenía más nada que hacer y estaba aburrida buscando cosas interesantes por Internet. Había comenzado a leer varios creepypastas y ninguno me había asustado lo suficiente como para encontrarlo interesante. Así que de repente mientras hablaba con un amigo por chat me encontré con algo que me había interesado:
-Usserxx-: ¿Sabias que hay un juego que se llama “Jugando al escondite solitario” y consiste en tener un muñeco de peluche, invocar al demonio y esconderse de él?
Yo-: xD ¿qué?! ¿Hablas en serio? Oh vamos, ¿Que miedo va a darme un muñeco de peluche?…pero bueno, digamos que lo hago, ¿Que tengo que hacer o cual es el objetivo del juego?
 -Usserxx-: si lo vas a jugar debes tener una botella de agua con sal o alcohol (las dos funcionan) tienes que encontrar a la muñeca, escupirle agua con sal y decirle tres veces: “yo gano”, la muñeca se quedara paralizada, y en ese momento tienes que quemarla para acabar el juego (es recomendable quemarla y no quedarse con ella). El objetivo del juego es que tienes que esconderte de la muñeca, es como jugar al escondite.
-Yo-: oh vamos xD pero es injusto, es decir…si “juego” con el demonio, es más que obvio que algo sobrenatural me encontraría fácilmente.
-Usserxx-: No, porque el demonio respeta las reglas del juego…
-Yo-: joo¡? Un demonio educado… xD vaya ridiculez, eso suena tonto por donde lo mires…
-Usserxx-: vale…yo solo te decía, si lo vas a jugar no olvides que no debes dejar que te encuentre. —Usuario Desconectado —Aunque la idea me seguía pareciendo graciosa, la curiosidad fue más fuerte y busqué el juego por Internet encontrándome con algo curioso: “Este es un juego popular en Corea y Japón. Existen varios testimonios de personas que lo han intentado y dicen que funciona y han sentido que sus vidas estaban en peligro. El significado de este juego es “SI PUEDES ENCONTRARME, PUEDES QUEDARTE CON MI CUERPO”. En fin, habían muchas otras instrucciones sobre cómo terminar el juego, que debía hacerse solo y que todas las ventanas y puertas debían cerrarse. Cerré la página de Internet y di vueltas en mi silla hasta fijar mi mirada en una muñeca que de hecho me parecía horrible. Era de mi madre así que sería la excusa perfecta para desaparecerla de la casa, ya que al final del juego debía quemarse la muñeca; seguí las instrucciones al pie de la letra pero no pasó Nada.  Absolutamente nada. Decepcionada me dispuse a dormir. Mientras caía rendida en el sueño escuché como mi televisor se prendía, así que me levanté y lo apagué. “Seguramente era una falla técnica”, me decía a mí misma; sin embargo cuando volví a acostarme las luces de mi cuarto comenzaron a parpadear intensamente, en este punto ya estaba asustada, así que me levanté y las encendí, miré el reloj y eran las 3 y 30 de la mañana. Creí recordar que en las instrucciones del juego se decía que la hora para jugar eran las 3 de la mañana porque era la hora donde los espíritus y demonios podían moverse libremente, pero deseché esa idea. Como no sentí más nada, me volví a acostar y me cubrí de arriba a abajo, en ese momento cuando comienzo a cerrar mis ojos escucho claramente una risita seguida de una dulce voz que dice “¿Estás lista?”. En ese instante sentí un escalofrío y saqué las sabanas para mirar algo. La muñeca ya no estaba donde la dejé. ¿Sería coincidencia? Seguramente la había dejado en otro sitio. Sí, eso tenía que ser. La risa se escuchaba más y más cerca y de nuevo el televisor se prendió y el volumen subía y bajaba pero no estaba en ningún canal. Solo la estática. En ese momento me levanté y me escondí bajo la cama temblando, intentaba recordar las reglas del juego pero no me llegaba nada a la cabeza, solo estaba paralizada, asustada. De repente todo se hizo silencioso. Las luces, el televisor, todo se había calmado; respiré profundamente y me relajé un poco hasta que sentí el ruido de la puerta abrirse lentamente. Quizás eran mis padres que escucharon el ruido del televisor y vinieron a ver como estaba. ¡Estaba salvada! Sin más, salgo apresuradamente de mi escondite y lo que me encuentro me deja sin palabras. Ahí frente a mí, estaba la que era la muñeca de mi madre con una mueca casi grotesca y una sonrisa imposible para ser la de una muñeca, su cabeza giró varias veces y se detuvo mirándome fijamente ¡TE ENCONTRÉ! Todo se volvió oscuro. No recuerdo que pasó después, no siento mi cuerpo, no siento que respiro y no puedo cerrar mis ojos, tampoco siento sueño, hambre o la necesidad de ir al baño. Cada noche me encuentro observando a la familia que antes solía ser mi familia vivir normalmente con…alguien que no es su hija. Rompí las reglas del juego y recibí mi castigo. Eso es lo último que recuerdo antes de haber logrado entender que ahora lo único que queda de mí, está dentro de esta muñeca. Ahora dime…¿No te gustaría jugar conmigo?

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